Las buhardillas pueden ser centros de productividad, de diversión o de relax. Cada persona decide qué utilidad dar a la última planta de una vivienda, cuyas limitaciones arquitectónicas esconden oportunidades inéditas en cualquier otra habitación. Por eso, sorprende que la mayoría de buhardillas sean usadas como simples trasteros, cuando con una pizca de ingeniero y una inversión reducida podrían reconvertirse en estudios, dormitorios o salas de juego.
Pero ¿cómo decorar una buhardilla con poco dinero? Existen infinidad de soluciones para reformar esta habitación y darle una segunda vida, sin gastar una fortuna. Las ideas y prácticas que detallamos a continuación permiten, al mismo tiempo, solucionar males como la falta de espacio o de confort térmico. Con imaginación y voluntad, una buhardilla sin gracia puede transformarse en la estancia más cómoda, moderna y atractiva del hogar.
6 consejos para decorar buhardillas con poco dinero
Preferir la pintura al parqué
Por la abundancia de luz que caracteriza a las buhardillas, la decisión de pintar el suelo en vez de instalar parqué, tarima flotante u otras soluciones es inteligente. La pintura tiende a reflejar la radiación solar mejor que la madera, por lo que contribuye a optimizar el confort térmico.
Mientras que el revestimiento de madera ocupan alrededor de diez centímetros de espacio, valiosos en cualquier buhardilla, la pintura representa unos pocos milímetros, inapreciables. Su coste e instalación también son inferiores, siendo compatible con proyectos de reforma de buhardilla pequeña. Como alternativa, los suelos laminados proporcionan un acabado similar a la madera, sin sus desventajas.
Elegir una distribución diáfana
Las buhardillas, incluso las más pequeñas, no están reñidas con la creación de espacios funcionales y elegantes. Apostar por una distribución diáfana es una idea sensata, pues la utilización de biombos y otros elementos divisorios se limitarán a generar problemas de tránsito. Este enfoque incrementa la sensación de confort y de relax.
Al decorar una buhardilla, es relativamente fácil pecar por exceso que por defecto. El ‘precio’ de recargar el ambiente es reducir este espacio a la condición de trastero. Prescindir de ciertos adornos y muebles puede liberar el ambiente y elevar la sensación de bienestar.
Aprovechar los espejos: luminosidad y amplitud
La ‘desnudez’ de una pared monocromática puede evitarse no sólo con cuadros, tapices y mayólicas. También los espejos agregan una nota diferencial, con beneficios estéticos y funcionales. Sabiamente ubicados, los espejos actúan como multiplicadores de la luz, siempre bienvenida en municipios y localidades donde escasea.
El uso de espejos es compatible con la creación de buhardillas con encanto gracias a la diversidad de formas, texturas y materiales en que se presenta este objeto. Además, demuestran ser útiles para ampliar visualmente esta habitación. Por otra parte, a los defensores del Feng Shui les agradará saber que los espejos incentivan la transferencia de energía positiva.
Predominio del blanco para un mayor espacio
La sensación espacial es una virtud cada vez más estimada en las buhardillas modernas. Dar a las paredes y techos una capa de pintura blanca contribuye a ampliar el campo de visión y multiplicar la luminosidad de la habitación. Siendo un color neutro, el blanco puede combinarse fácilmente con muebles, moquetas o lámparas.
Más allá de iluminar y ampliar buhardillas, el color blanco actúa como un lienzo, cediendo todo el protagonismo a la decoración y el mobiliario de su entorno. De este modo, acentúan los elementos de madera, metal o textil. Por otra parte, blancos hay muchos: el marfil, el roto, el alabastro, el nácar, el hueso, etcétera. ¡Tú decides cuál utilizar!
Da la bienvenida a los muebles empotrados y esquineros
Una vez más, las restricciones espaciales de la buhardilla espolean la imaginación de propietarios e inquilinos. Una idea creativa para el mobiliario es concentrarse únicamente en armarios, estanterías, cajoneras, mesitas, etcétera, de tipo esquinero o empotrado, diseño con el que puede ocuparse y aprovechar rincones que de otra forma serían el ‘territorio’ de percheros de pie o quedarían como espacios muertos.
Este tipo de muebles para buhardillas armoniza con los puntos anteriores, como la distribución diáfana, al despejar el centro de la estancia y acentúa la ilusión de amplitud, sin elevar en exceso el presupuesto disponible.
Sí a las molduras: elegancia low cost
Otra de las mejores ideas para techos abuhardillados es implementar molduras. Estos adornos salientes multiplican el valor ornamental de techos y paredes y aportan beneficios indirectos como una mejor organización o el enmascaramiento de imperfecciones de obra.
Contrariamente a la opinión popular, las molduras no están reservadas a los inmuebles y edificios residenciales de lujo. Incluso una buhardilla pequeña puede sacar partido de este elemento, de coste asequible si se elige de poliuretano en vez de estuco o de mármol. Como alternativa, se comercializan molduras autoadhesivas que simplifican todavía más su instalación.